poemas desamor

Poema de desamor

Te fuiste sin cerrar la puerta,
dejaste el eco y no la voz,
la sombra tibia de tu risa
colgando aún del corredor.

No dijiste “adiós”, dijiste “luego”,
como si el tiempo no pesara,
como si el corazón entendiera
que hay silencios que también matan.

Hoy barro tu nombre de las paredes,
doblo las sábanas sin mirar,
y aunque el alma aún se despierte
pensando que vas a regresar…

no volveré a abrirte la puerta.
Tú ya no vives en este lugar.

Yo quería un para siempre

Yo quería un para siempre,
de esos que no se dicen,
pero se quedan.

Un café tibio en la misma taza,
los domingos sin prisa,
la risa compartida al doblar la cama.

Yo quería un invierno con tus manos,
un verano con tus silencios,
que el tiempo no fuera amenaza,
sino un puente hacia nosotros.

Tú querías algo distinto.
Quizá un ahora sin peso,
un roce sin raíz,
un amor con fecha de regreso…
pero sin compromiso de volver.

Y aquí me quedé,
vestida con promesas,
esperando a alguien
que no supo quedarse.

Yo quería un para siempre…
pero tú solo eras el mientras tanto
de un corazón que no sabía despedirse.

Te deseo lo mejor

No sé si aún lees mis letras,
si el viento te lleva un poco de mí.
Pero por si acaso, por si el alma escucha,
déjame decirlo así:

Te deseo lo mejor.
No con rabia, ni rencor.
Con la calma de quien soltó,
pero alguna vez amó de verdad.

Te deseo soles que no te quemen,
lluvias que te enseñen a bailar,
personas que se queden
sin que tengas que rogar.

Te deseo un abrazo sin fecha,
un silencio que no duela,
y esa paz que yo buscaba
cuando decía tu nombre sin que estuvieras.

No importa si ya no vuelves,
no importa si no lo ves:
mi amor no fue perfecto…
pero fue todo lo que fue.

Y por eso, sin orgullo ni temor,
desde lejos, desde adentro…
te deseo lo mejor.